Respiro hondo y profundo. Comienzo una nueva aventura. Nunca, hasta ahora, había escrito un blog, un diario, o algo que plasmase mis pensamientos. No soy optimista. Supongo que sólo yo seré el receptor de mis propios mensajes, de mis pensamientos, de mis ideas. No voy a decirle a ningún conocido que estoy escribiendo un blog. Sobretodo por que voy a dejar aquí parte de mi ser, y no quiero desnudarme a los ojos de mi allegados. Es posible que algún día, alguno llegue hasta aquí. Dudo que me reconozcan. Mi mujer me acusa de mentir con relativa facilidad, y creo que en parte tiene razón, así que espero que cuando lean mis comentarios (repito, cosa que creo se aproxima al suceso imposible) no me identifiquen con ellos.
Me voy a presentar. Como mi blog indican soy boticario, aunque no ejerza de tal. Hace un par de noches, en un foro me preguntaron sobre los receptores de la serotonina, sin que acertase a responder adecuadamente. Normal, llevo más de 15 años sin ampliar mis conocimientos farmacéuticos. La vida me llevó a otros derroteros dentro del mundo sanitario, y todo lo que podía haber aprendido durante la carrera se ha ido oxidando lentamente.
Vivo en la Comunidad de Madrid. Anteriormente he residido en otras, pero aquí me siento seguro y en paz. Cuando habitas en una provincia como esta y te acostumbras al tráfico, a la densidad de gente, o a la variada oferta de ocio, cuando sales de ella y la cambias por un retiro más pacífico y sosegado, llega un momento que se puede sentir algo similar a un síndrome de abstinencia. Eso fue lo que me paso, y por eso volví a Madrid. Ahora tengo una relación de amor/odio con la gran ciudad. La necesito para sentirme vivo, un ser social, y, sin embargo, siento añoranza de aquella vida relajada que lleve en un tiempo. Supongo que esto nos pasará a muchos. Queremos lo que no tenemos, pero nos aburre lo conseguido.
En fin. Creo que a parte de divagar, voy a aprovechar este blog, para recomendar todas aquellas actividades de ocio, que considere imprescindibles en esta vida.
Hoy voy a empezar con un libro. Se trata de "Brooklyn follies" de Paul Auster. Hacía varios meses que una buena amiga me lo había recomendado, pero siempre estaba dándole largas. Finalmente cedí y termine comprándolo. Es curioso. Muchas veces aquello que nos impacta, que nos impresiona o que nos deja un buen recuerdo permanente, es aquello a lo que inicialmente fuimos reacios. "Brooklyn follies" me ha parecido una novela con mayúsculas. No he dejado de recomendarla desde que pasé de los primeros capítulos. No quiero crear falsas expectativas, así que solo os diré una cosa. Si podeis leerla, hacedlo.
Tan solo hubo un poso amargo en su lectura. La confirmación de que por mucho que lo intente, jamás podré escribir un libro con la claridad y la calidad con que Paul Auster y su traductor han escrito esta novela. Es como ver un cuadro de Goya y saber que de tus manos nunca podrá salir algo así.
En fin. Os doy las gracias anticipadas a los que leÁis este blog. Intentaré ser más entretenido en las próximas entradas.
Abrazos
